Gritemos al mundo entero nuestra fe y amor a Jesús que ha dado su vida por nosotros y nos ha salvado. Él ya ha vencido, todo está ganado no tenemos nada que temer pues Él todo lo puede. Ha resucitado por ti, por mí por toda la humanidad. 

En estos momentos que estamos viviendo dónde se nos ha hecho hasta difícil acudir a Misa, pongamos nuestro testimonio visual en la fachada de nuestra casa para que las personas que no conocen el amor de Dios puedan acercarse a Él.