Historia del Detente
Todo comenzó en la fiesta de San Juan Evangelista, en 1673, siendo ya religiosa, se hallaba en oración ante el Santísimo Sacramento, Santa Margarita María de Alacoque. Allí recibió las primeras visiones del Sagrado Corazón de Jesús. El Señor hizo doce promesas a quién tuviese la devoción y la práctica de llevar la imagen de Su Sagrado Corazón consigo y en sus casas: “Seré un refugio seguro durante la vida, y sobre todo en la hora de la muerte”. Tiempo después, la peste amenazaría de gravedad a Marsella y una religiosa de la misma Orden que santa Margarita, por inspiración Divina, supo del peligro que se cerniría sobre ellos y preparó a mano y con ayuda de sus hermanas, millares de Detentes, como escudo y auxilio ante todos los peligros. El Papa Pío IX, concedió la aprobación a tal devoción y para impulsar la práctica de llevar consigo el Escudo, símbolo de Cristo, concedió indulgencias parciales a quién rezase diariamente un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
¿Quieres saber cuáles son las Doce Promesas que el Señor hizo para quien llevase su escudo? …
-Yo les daré todas las gracias necesarias a su estado.
-Gozarán de paz en sus familias.
-Les consolaré en todas sus penas.
-Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en su muerte.
-Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
-Los pecadores encontrarán en mi Corazón el manantial y el océano infinito de la misericordia.
-Las almas tibias se volverán fervorosas.
-Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a una gran perfección.
-Bendeciré las casas en que esté expuesta y sea honrada la imagen de mi Sagrado Corazón.
-Daré a los sacerdotes el don de mover los corazones más endurecidos.
-Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás se borrará de él.
-A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.
Condiciones para obtener las gracias prometidas por el Sagrado Corazón de Jesús:
- Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos.
- Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
- Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo,
herido por nuestros pecados,
has depositado infinitos tesoros de caridad;
te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor,
le ofrezcamos una cumplida reparación.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!